viernes, 24 de abril de 2020

Sacrilegi [102]

Obrir el llibre
primera plana
i no gossar
escriure

dedicatòries
que son paraules
de plata ombres
dolçes i records
de boira marinada

Obrir el llibre
primera plana
despujat
davant lletres
de matinada

Obrir-me
llibre
lliure
d'amagatalls
i

ganes.

miércoles, 22 de abril de 2020

lunes, 20 de abril de 2020

Moscas en las ventanas [Covid'19]


Con cuatro pasitos de baile
puntillas a la espera
de un sol
que desespera

Hay moscas acinadas
en las ventanas
de la primavera

Pasan algunos ojos bajos
por las escaleras compartidas
de un silencio rompedor
de cambios de acera

y la pobreza se mira
de par en par
con los espíritus de
esta oscura madriguera

Nunca los huertos estuvieron
tan libres de hiedra
rampantes los espejos
sólidos entre tinieblas

Pero hay luz
en la infancia atronadora
del deseo y de la piedra
torrente dulce
como el estallido
rebelde de la hierba.

El borde del vaso [102]


El borde del vaso
como tus labios
de vino
bebo como besando
te

y los kilómetros
ojos cerrados
vuelven vacilantes
a someterse al cuerpo
para soñar

recordando mañanas
de café o infusión
sonrisas abiertas
y calles cerradas

el borde del vaso
vacío
de vino
como mis labios
buscando
te

Acércate
más.

Llegas sin avisar [102]


Llegas sin avisar
casi dudando entrar
y juegas a no mostrar
tus flores de primavera

¡qué delicados pétalos
de color violeta!
Te abres al temor
del deseo y del amor
mirando
corazón de ardor
sediento de selva

imaginando senderos
donde perder memorias y conservas
en un rincón
las piezas de un juego,
una prueba para la pasión,
en los veranos de tormentas
cálida y tiernas.

El juego espiral [102]


El vino y la copa
el placer en la mano
brindando
y el mirar.

Un vaso de agua
en un día de sequía

y más.

Simiente de otoño
y dátil de barro
entre los dedos con dedos
y los gestos mundanos.
Una calada al cigarro,
de arriba a abajo,
lengua de palabras de antaño,
lengua de besos
largos
suave calor de un racimo de brisa
de un vientre alborotado.



II.

Arco y flecha,
verde viento de prado
y puerto de niebla,
lucecilla temblorosa y rebelde de la noche
que luego se baila entre tinieblas

Si un movimiento te invita,
ríes, miras a diestra, y extiendes tu
sombra a la siembra de las horas
entre palabras y carreteras.

Tu corazón es pan tierno que se
abre cálido a la mañana
de los esfuerzos y las promesas

y la esperanza, en infusión, tarritos
de conserva en las alacenas.

La maestra de las acequias
ondulada sonrisa traviesa
que apaga luces a la espalda
y besa de frente
con la boca fresca de menta.

Flor de viento y marea
cuerpo de piel y de tierra
el agua de la melodía que
se te escurre por las caderas.

Cara de poquer
y gemidos tiernos,
firme diente de león
jugando a arrancarse el viento
y las entretelas.

La mano en tierra
el alma al camino
sonrisa cautivada por los encantamientos
de vino y tiempo
ventanas de madera
montaña y aliento.
En algún lugar fuiste
el fino hilo de un cristal
forjado por el rigor del invierno.

Eres sal, arena y hierba
que se despereza, amaneciendo.
Fija la atención
en el próximo baile
del jugar del beso
con las piedrecillas de un arroyo
que quiere ser torrente
de sentimientos.



III.

Serpenteas los linderos
jugando movimientos.
Un vino en la mano
invitando al firmamento
los labios mojados
de tus gentes y tus sueños
paisaje de trompeta

carretera y manta
tundras herrantes
alentando
bellas geografías
de caminar
soplos de brisa
ente el rocío y la serena
de los amantes

candela y canela
la rama en la tierra
el mar es siempre
primavera

son las noches
robadas a la esperanza
del sol y el beso salado
por las aceras.


Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...