He decidido dejar de leer.
Abandono la lectura,
me prohibo la cordura
y me someto al olvido,
y me someto al olvido,
nunca más adoraré
ni un verso
ni un verso
ni una novela,
alejo de mi el diálogo y la prosa
y borro de mi cuerpo
los profundos tatuajes
de Chinaski y de Lorca,
de Herodoto y de Chandler,
alejo de mi el diálogo y la prosa
y borro de mi cuerpo
los profundos tatuajes
de Chinaski y de Lorca,
de Herodoto y de Chandler,
soy, a partir de ahora,
una página en blanco,vírgen llama que no arde.
Olvidaré todos esos verbos
impresos de hojaldre,
impresos de hojaldre,
abandonaré tantos lugares,
no hay más camino
entre los párrafos
que el del trillado arado
que rotura con sangre,
en mi propia tinta,
los podridos senderos de lasentre los párrafos
que el del trillado arado
que rotura con sangre,
en mi propia tinta,
coincidencias ruinosas,
conciencia insostenible quese derrumba en mil semillas
sobre el asfalto esteril de las calles.
Prohibición que inhibe
la realidad con su manía
de perseguido que olvida la
razón en la esquina cortante,
tristeza amarga como el llanto
de la ausencia,
amor a cuanto no puede decirse
si no es con trazos de tiza
sobre la piedra.
la realidad con su manía
de perseguido que olvida la
razón en la esquina cortante,
tristeza amarga como el llanto
de la ausencia,
amor a cuanto no puede decirse
si no es con trazos de tiza
sobre la piedra.
Abandono este mundo
encuadernado de bellas ideas,
encuadernado de bellas ideas,
prefiero ser ciego
a seguir siendo esclavo
de la letra.
¡Oh, vulgares sucedáneos de la vida plena,
acogedme en la intransigencia!