viernes, 28 de noviembre de 2008

Adam Zagajewski - Solo los niños

A Ewunia


Sólo los niños jugaban con la arena
(les acompañaba el olor narcotizante
de los tilos en flor, no lo olvides)
sólo los niños, aunque también
el diablo, y los dioses menores,
e incluso los olvidados políticos
que incumplieron todas sus promesas
estaban allí y los observaban
con una infinita admiración.

Quién no quisiera ser niño

¡por última vez!


jueves, 27 de noviembre de 2008

Angel Ros dice... - Éxito

La muy puta conducía a toda velocidad. Habíamos tenido mucha suerte y no era necesario ir tan aprisa. La policía estaba atenta a los movimientos de los atracadores del Banco Hispanoamericano y quizás aún no sabía nada del asesinato de la vieja. Era posible que en ese preciso momento diera comienzo lo que Similiano llamaba o debería haber llamado las diligencias oportunas. Nos besamos casi sin mirar al frente. Ana Ríos Ricardi, sudamericana, veintidós años, pelo corto, había elegido el camino, en realidad el atajo, y yo parecía encantado, fijo en el asiento del copiloto, apenas con la entereza necesaria para intentar contar los árboles que corrían en sentido inverso. Encantado era la palabra justa. Con esos árboles, me dije, fabricarán naves similares a las que acabo de quemar. La dulzura del pensamiento tópico me reconfortó. Luego Ana movió los labios, dijo algo que no entendí, giró para iniciar el regreso a la ciudad a través de un suburbio obrero, estaba atardeciendo. Comprendí que me había arruinado y eso ya era un éxito.


Extraido de R. Bolaño y A. G. Porta, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, ed. Acantilado (2008), 19.


miércoles, 26 de noviembre de 2008

Adam Zagajewski - Circo


Mira: tu deseo cuelga del trapecio.

También eres tú el payaso, y el tigre domado
que pide clemencia te recuerda a alguien.

Hasta te gusta la música

barata de feria, parece

que empiezas a conciliarte
con tu época (si lo hacen todos
¿por qué no yo? dices).

Pero ¿por qué han instalado la carpa
del circo en el antiguo cementerio?





Extraido de A. Zagajewski, Deseo, Acantilado (2005), pág. 41


martes, 25 de noviembre de 2008

Rutyard Kipling - Si

Si logras conservar intacta tu firmeza,
cuando todos vacilan y tachan tu entereza,
si a pesar de esas dudas, mantienes tus creencias,
sin que te debiliten extrañas  sugerencias.

Si sabes esperar, y fiel a la verdad, reacio a la mentira,
el odio de los otros te sienta indiferente,
sin creerte por ello, muy sabio o muy valiente.

Si sueñas, sin por ello rendirte ante tu ensueño,
si piensas, mas de tu pensamiento sigues dueño.
Si triunfos o desastres, no menguan tus ardores,
y por igual los tratas como dos impostores
si soportas oír la verdad deformada,
cual trampa de necios, por malvados usada.
O mirar hecho trizas de tu vida el ideal,
y con gastados útiles, recomenzar igual.

Si toda la victoria conquistada,
te atreves a  arriesgar en una audaz jugada,
y aun perdiendo, sin quejas, ni tristezas,
con nuevo brío reiniciar, puedes tu empresa.

Si entregado a  la lucha, con nervio y corazón,
aun desfallecido, persistes en la acción,
y extraes energías, cansado y vacilante,
de heroica voluntad, que te ordena ¡adelante!.

Si hasta el pueblo te acercas sin perder tu virtud,
y con reyes alternas sin cambiar de actitud,
si no logran turbarte ni amigo, ni enemigo,
pero en justa medida, pueden contar contigo.

Si alcanzas a llenar, el minuto sereno,
de sesenta segundos, de un esfuerzo supremo,
en tus manos tendrás lo que existe en el mundo,
y además hijo mío: ¡un hombre tú serás!


lunes, 24 de noviembre de 2008

Josep Piera - Escenario de Abismos

De par en par, al fondo, la puerta que te trajo.

Sonrisa entre las sombras, entraste,

Si tú o yo no sé quién hacia mí, hacia ti,

hacia nosotros, constelación girante de alegría

nuestro abrazo. Y el vértigo.

Y su imagen.



Llegar a aquel peldaño en el que la escalera ya no existe.
y hallar que las preguntas no exigen sus respuestas
apoyado en un hombro, distinto por más dúctil.

Palpitar reunido, apresurado, instante,
embrión de lo más íntimo, vía láctea.

Tú, tú, tú.

Y yo el mayor vidente.


Ibn Az-Zaqqaq de Alcira - Escena Báquica

Escancia en rueda el vino
en el jardín cubierto de escarcha.

La sentencia del alba
se cumple por encima de las tinieblas

Nos mira el vaso de vino desde sus burbujas.

Estios ojos de ahora sustituyen a otros débiles.



No es que se hayan ocultado las estrellas del horizonte;

no, no es eso; han bajado de los cielos a este jardín.


 (hacia 1134)


Extraido de J. Piera,
La Sonrisa de la Hierba y otros poemas, Ed. Denes (2008), pág. 15.


domingo, 23 de noviembre de 2008

Que viene, que va

No creo en el deseo
ni en dios,

quiero abandonar esta suerte
que llaman valor
instinto
ritual
azucar de caña entre los labios

y la llamada que no sabes
de quién vendrá,

pero sigues en la espera

la espera

la espera

rodeado de gente

que viene, que va



la soledad.


Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...