Rásgate las ropas.
Arráncate la piel.
Sácate los ojos.
Arráncate la piel.
Sácate los ojos.
Deja tus cabellos deshoyados
en aquel cajón.
en aquel cajón.
Y entonces, ven.
En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...