Ropas

Desnudémonos.
Las ropas colgadas de nuestras esquinas.

A la vista quedan las inercias
los lastrados compromisos de conciencia
y los recuerdos de mis antepasados.

En compañía de los rechazos
mueren las palabras
alimentando todos los quizás de la memoria

y debilitando mis abrazos.

Los viejos lamentos

Cada noche
entre los matojos
bajo las plantas
se abren los agujeros
de las encrucijadas

y salen los viejos lamentos
arrastrados por el miedo
asomándose al silencio
que crece sin memoria

por las cunetas.

Bogart en negro

Se me despierta el cuerpo
con unos pequeñísimos pétalos
brotándo bajo esa piel

Esa piel tan fina
como la distancia entre los nudos de
los árboles y los muertos.

Esa noche que no llega veremos
de dejar de hablar de nada para no
hablarnos de todo. Silencio que

no es silencio.
Silencio de fruta creciendo.
Silencio de hormiguillas

laboriosas trabajando a destajo
por un mísero trozo de pan.

El triste cemento sucio que todo lo tapa y lo aplana.

Quisiera que me dejasen ser montaña.
Cipreses que se amontonan, resina seca,
rumor de amar.

He vuelto a las andadas.
Y sigo pensando en no pensar.

Nos quedan tantas lunas llenas,
y la luna que esta vez no llega,
y los rizos que sólo quieren llegar.

Here is looking at you, Kid