A ratos llovizna,
motivo para quedarme en casa,
frente al balcón,
junto a ella,
leyendo libros que casi son ciencia,
hablando cosas sin gran importancia.
El agua atropella y profana
los cristales de la ventana.
Digo "ya no lueve"
me dice "ahora caerá nieve";
y aun sin creerla,
con tal de tener un motivo para quedarme en casa,
"sí, una nube que pasa".
Ella está cerca
y es tan bueno estar cerca de ella,
sobre todo los dias en que llovizna,
- cielo gris, paraguas, charcos, tramobtana-
que quisiera
que todis los dias lloviera
para quedarme,
frente al balcón,
junto a ella,
mientras fuera
clarea
todavía
el día.
extraido de Max Aub, Los poemas cotidianos (con un prólogo de Enrique Diez-Canedo), Pre-Textos Editorial (2008), pág. 21.
motivo para quedarme en casa,
frente al balcón,
junto a ella,
leyendo libros que casi son ciencia,
hablando cosas sin gran importancia.
El agua atropella y profana
los cristales de la ventana.
Digo "ya no lueve"
me dice "ahora caerá nieve";
y aun sin creerla,
con tal de tener un motivo para quedarme en casa,
"sí, una nube que pasa".
Ella está cerca
y es tan bueno estar cerca de ella,
sobre todo los dias en que llovizna,
- cielo gris, paraguas, charcos, tramobtana-
que quisiera
que todis los dias lloviera
para quedarme,
frente al balcón,
junto a ella,
mientras fuera
clarea
todavía
el día.
extraido de Max Aub, Los poemas cotidianos (con un prólogo de Enrique Diez-Canedo), Pre-Textos Editorial (2008), pág. 21.