Te diré lo que vamos a hacer:
Vamos primero a observarnos
como si fuesemos gentes de mar.
Luego, si prisa, podemos ir cambiando
palabras de todo tipo
como si fuesemos gentes de mar.
Luego, si prisa, podemos ir cambiando
palabras de todo tipo
mirando y sin mirar
calculando el movimiento de
los miembros y los astros
hasta que las palabras caigan
y quede el momento fijo
entre los labios
(sensación de eléctrico silencio,
mirando y sin mirar)
Entonces, sin prisa,
iremos a tomarnos la mano
los dedos sueltos libres por la piel
la sombra tapándonos los fríos del invierno
y los calores del verano.
Juntos, caminando pausadamente,
casi como bailando,
nos deslizaremos
(pasillo arriba
pasillo abajo)
dejándo atras recuerdos
para tendernos en la redonda
desnudez de un anillo
que brota, como el agua de río,
fresca y fuerte
mirando y sin mirar
siendo el tentar de la mano
en la oscuridad.
