miércoles, 22 de abril de 2009

Amante dispersa (1)

Los rosales acerados aprisionan
el instante,
tu mente perdida busca regresar
resistencia, independencia
es mi forma de hablar.



Soy reincidente,

El sexo que vive sin palabras por pronunciar
una flor sobre otra flor,

estambres dedicados a la eternidad
soy consciente,
el diván negro aparcado en algún lugar
tus miembros grabados entre los muslos
me ayudan a olvidar (me)



Presente

¿Y quién no?

Futuro

(ya se verá)



Eres mi apuesta más firme
de vida
desde que decidí andar.



Un círculo metálico recorta el cielo
en mi lugar,
soy tan sólo un punto marcado
entre la luz y la oscuridad

tus besos distantes hacen rutina
de un amor que aprende a amar,
una humedad incierta recoge la
distinguida certeza de la
heroína que forcejea con el mar.

Eres beso, espuma blanca,
refrescante segundo de inesperada paz.



Eres ausencia, soy debilidad.

Eres presencia, el prado florido
de tu andar me huele a lecho y a almuerzo
embarazado de fruta y de sal.



Un momento, y el diván da vueltas,
tú y yo somos canción
de grillos en la oscuridad.

Recuerdo

Entra la habitación en la casa,
la casa en la ciudad
la ciudad en la frontera
la frontera en la irrealidad
la irrealidad en el sueño
el sueño en la fantasía insidiosa y sencilla
la sencillez, entre comillas,
te vuelve un blando cuerpo
que flota en su lecho

(nuestro lecho)
de azahar y almendras.



Tu cuerpo en la cama
la cama en la habitación
la habitación en mi recuerdo.

En el recuerdo, el hogar.


Heathrow

En 10 minutos
un avión sale para Atenas.



En una hora,
escribiré cualquier otro poema.

En tres días,
volveremos a besarnos.

En media hora,
habrá salido la luna.

En el próximo segundo
dirán adiós tantas caricias.

En la última jornada
muchas cosas han pasado,
muchas han dejado de pasar,
algunas podrían pasar
todavía.



En 12 horas
hablaré ante un auditorio
y estaré solo de verdad.



En 10 minutos
un avión sale para Atenas.


Yo sigo esperando mi vuelo
en sentido contrario
a las agujas del reloj.



He perdido el tiempo.

Nadie vendrá a despedirme,
nadie me dará la bienvenida.


Durham

La noche es una sombra
pegada a los zapatos.
Una fuente de agua clara juega
con los ritmos de un contrabajo,
las campanas de la catedral
(una catedral enorme, de ojos
acristalados)
dicta su voluntad de honorario.
El frío, amor eterno de la nocturnidad,
cuenta uno a uno nuestros pasos,

extranjeros perdidos entre la ciencia
y el descanso,
la frontera ha dividido nuestro
ser en dos diferentes abrazos:


el de despedida: los ojos bajos;
el de bienvenida, los besos más altos.


jueves, 9 de abril de 2009

nuezmoscadabajoelpuente

He estado disfrutando (y mucho) de los poemas de un blog marabilloso:

http://odiseamara.blogspot.com/

Aqui os dejo un par de poemas de este site genial.
Son adorablemente sencillos, perfectos.


Yo poseía la poesía.

Yo poseía

Yo poesía

La poesía me poseía

y yo poesía la poseía.


y otro...


Pisos fríos



Podría empezar una vida en los pisos fríos de tu casa

darle la cara a los jueves en desuso,

solo por correr en los pasillos.

y dejar caer uno a uno mis pasos

viendo como ceden tus hojas,

replegándose

mientras se esconden en cajones de cemento

por voluntad propia

y sin aviso.



leyendo esto, me pregunto que coño esta pasando con la poesia.
Que lo publiquen ya! (y en cuanto a mi, olvidadme).

viernes, 3 de abril de 2009

Gracias por su visita

Hablas mil culturas,
con sus idiomas de broche y cinta,
tu solidaria soledad te discrimina.
La realidad no se captura,
la caza ha sido buena,
crees que, al final de todo,
te sonríes de la vida.



Pero esta no es tu ciudad,
nunca una tierra será la tuya,
y encerrada en una caja de plástico
guardas el retrato de una vieja isla.
Nausicaa te esperaba en la playa,
y tú emprendiste la huida.

Tu destino resta escrito
en las servilletas de cualquier cafetería.


Estalla la muerte

En mitad de la calle
sin que cese la lluvia
estalla la muerte, y todos miran,

estalla la muerte, con su
olor de cerilla cocida y las
palabras vanas arrojadas al aire sin cadencia
ni rima,
la voz que grita, el enemigo
odiado siempre en las esquinas

otro dia siendo noche,
la lluvia sigue corriendo
pasándonos por encima
los dioses se dan la vuelta
el espectáculo de la cólera encendida

la ausencia de una lógica,
de una sonrisa,
dos personajes se insultan un instante,
la luz deja de ser tan bonita
estalla la muerte, y todos miran.


Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...