viernes, 3 de abril de 2009

Gracias por su visita

Hablas mil culturas,
con sus idiomas de broche y cinta,
tu solidaria soledad te discrimina.
La realidad no se captura,
la caza ha sido buena,
crees que, al final de todo,
te sonríes de la vida.



Pero esta no es tu ciudad,
nunca una tierra será la tuya,
y encerrada en una caja de plástico
guardas el retrato de una vieja isla.
Nausicaa te esperaba en la playa,
y tú emprendiste la huida.

Tu destino resta escrito
en las servilletas de cualquier cafetería.


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