lunes, 15 de septiembre de 2008

un adios

Se ha ido.

Richard Wright ha fallecido.






























Adios, viejo compañero.

Boris Vian - Me gustaria

Me gustaría
Me gustaría
Llegar a ser un gran poeta
Y la gente
Me llenaría
La cabeza de laurel
Pero he aquí que
No tengo
Suficiente gusto por los libros
Y sueño demasiado con vivir
Y pienso demasiado en los demás
Para estar siempre contento
De no escribir más que del viento.


Extraido de B. Vian, NO QUISIERA MORIR, Hiperión, Madrid, 2003.

Vacío

Se han muerto las flores


Y las abejas y las ranas


Como un grito entre sueños


Como un jardin de algas


 


Se han roto las piedras


Y el camino está corrupto


Ya no quedan tantas razones


Ni adoquines en las aceras


 


Siguen vivas tan solo


Las nubes de olor a tormenta


Sobre craneos desgajados


Silban moscas y culebras


 


Áridos desiertos blancos


De blancas paredes negras


Solo quedan algunas fotos


Su sonrisa,y ropa vieja.


 


Cuando el juglar canta


Al corazón de las estrellas


Alzando los brazos maldigo


El pan, el vino, la tierra


 


Y recuerdo sus muchas canas


Como plata entre madera


Tan solo queda el dormir,


Ya el soñar me aterra.




(a mi abuela, dos años tras su muerte)



viernes, 12 de septiembre de 2008

La Recomendaicon del Chef...

Hoy, Dinero, de Miguel Brieva.


Ha nacido un genio.

Brieva es una de esas extrañas personalidades
que parecen relegadas plenamente, o casi,
al extraño e indómito mundo del comic.
Nadie que se proclame a sí mismo lector podrá catalogar
su obra en ningún estilo conocido, porque Brieva,
pese a dedicar parte de su evidente genio a
producciones de menor acidez (como las que uno
puede encontrar habitualmente, en sus colaboraciones
en el diario El Pais), no es un autor habitual,
ni sus dibujos, eslóganes y críticas publicitarias
quedan dentro de lo habitual en un mundo plagado
por el inconformismo conformista de productores y
compradores, de comerciantes y comerciados,
donde cada idea es tan buena como el precio al que
puede ser vendida.




Dinero está lleno de furia, y una rabia extraña, tácita, aplacada por
el humor que se desprede de la recreacion surrealista, inverosimil,
y quizás por ello terroríficamente real, de una sociedad lastrada por
aquellos que son considerados sus pilares institucionales, como la familia,
el trabajo, la educación, el Estado y sus dirigentes, y donde no pueden
faltar los estamentos eclesiásticos y la figura divina como puntos de anclaje de una existencia cotidiana que roza la autodestrucción individual
como precio para el mantemnimiento del roden social.



Lo peor es, sin embargo, la estupidez. Y no la de Brieva,
clarividente entre la niebla del raciocínio irracional,
sino aquella que queda pragmáticamente demostrada en su
obra sobre la realidad y la confianza del ser humano en un
sistema que se come a las personas para escupir ciudadanos.
Lo peor, pues, es ver cómo se nos demuestra que somos
estupidos, y que nos gusta serlo, porque nos reimos de ello.
 



Ha nacido un genio,
y el mundo se disculpa.



Entrevista con Miguel Brieva

Romántico navegante

Reviso tus besos
con ojo de inquisidor
para ver si dicen, si saben,
si sienten,
si son besos de tierra 
en el examen interminable
del romántico navegante
que piensa que el mar
es siempre una ficción.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Una estrella en lo alto

El dolor del amanecer en la niebla,
el pájaro que anida en el exilio
¿de qué va?
La noche contemplándome con ojeras,
el bronce que, roto en pedazos,
se torna merienda.
Canta la mirada de un abrazo.
Atenas queda ahora tan lejos
como tu regazo.

Una estrella en lo alto.

Y la prudencia de la ternura
en los trenes y los pasos.

Oh, I heard that song before...

Silencio...

                       




Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...