miércoles, 10 de septiembre de 2008

Una estrella en lo alto

El dolor del amanecer en la niebla,
el pájaro que anida en el exilio
¿de qué va?
La noche contemplándome con ojeras,
el bronce que, roto en pedazos,
se torna merienda.
Canta la mirada de un abrazo.
Atenas queda ahora tan lejos
como tu regazo.

Una estrella en lo alto.

Y la prudencia de la ternura
en los trenes y los pasos.

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