Tengo dos manos
para ser tres
en los lados de
una cama
que nos acompaña
desde el ayer
que será mañana
en los sueños
del querer.
Os recuerdo tanto
entre Tulum y la Habana
despierto
con bracitos de miel
enredados
en selvamadre
y sábanas blancas
y creceis
envejeciéndome las canas
jugueteándonos sonrisas
y miradas
somos reyes
de madera y papel
desayunando historias
de pan
siempre un círculo
de fuertes abrazos
en volandas
a caballo
de los encantamientos
cotidianos
de las mil palabras
que son
besitos de plata.
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