jueves, 1 de mayo de 2008

Rock Bailey dice... - Una noche extraña.

Recibir un golpe en la cabeza, no es nada.

Ser dorgado dos veces seguidas en la misma noche, se puede aguantar...


Pero salir a tomar el aire y encontrarse en una habitación desconocida,


con una mujer, ambos como Dios nos trajo al mundo, ya se pasa un poco.


En cuanto a lo que me sucedió después...


 


Boris Vian, Que se mueran los feos, Tusquets eds, Madrid.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...