viernes, 12 de diciembre de 2008

Rasgando las letras.

He decidido dejar de leer.

Abandono la lectura,

me prohibo la cordura
y me someto al olvido,

nunca más adoraré
ni un verso

ni una novela,
alejo de mi el diálogo y la prosa
y borro de mi cuerpo
los profundos tatuajes
de Chinaski y de Lorca,
de Herodoto y de Chandler,

soy, a partir de ahora,
una página en blanco,
vírgen llama que no arde.


Olvidaré todos esos verbos
impresos de hojaldre,

abandonaré tantos lugares,

no hay más camino
entre los párrafos
que el del trillado arado
que rotura con sangre,
en mi propia tinta,
los podridos senderos de las
coincidencias ruinosas,
conciencia insostenible que
se derrumba en mil semillas
sobre el asfalto esteril de las calles.


Prohibición que inhibe
la realidad con su manía
de perseguido que olvida la
razón en la esquina cortante,
tristeza amarga como el llanto
de la ausencia,
amor a cuanto no puede decirse
si no es con trazos de tiza
sobre la piedra.

Abandono este mundo
encuadernado de bellas ideas,

prefiero ser ciego
a seguir siendo esclavo
de la letra.

¡Oh, vulgares sucedáneos de la vida plena,
acogedme en la intransigencia!


martes, 9 de diciembre de 2008

Burocracia

Si buscas la felicidad
acaba de salir,
ha ido a comprar tabaco
no sé cuando vendrá.



¿Quieres dejarle algún recado?

Ultimamente, está muy liada,
ya sabes, el paro, la crisis
y tu equipo de futbol
la mantienen ocupada.

No sé cuando vendrá.



No, mañana tiene puente,
y el jueves no trabaja.

¿El amor de tu vida?

Cubre este formulario
¿La loteria?

Es en otra ventanilla

¿La Muerte?

No, no eso es en esta secretaría.



Se ha echo tarde, y ya
hemos cerrado.

Se lo diré, de tu parte,
no te prometo nada

¿Has pagado ya las tasas?

No sé cuando vendrá.


sábado, 6 de diciembre de 2008

Ombligo

De tu ombligo
a mi cuerpo
nos une el abrazo.

De tu vientre
a mi pecho
sólo un suspiro,
ese gemido blanco

que nos encadena
como dos azucenas
con el mismo tallo.


De tu simiente
profunda en el albor
de todos los ocasos
germina un suave rumor.


Son nuestros labios, amor,
al tejerse con los astros.



martes, 2 de diciembre de 2008

Miquel Martí i Pol - La Mort

De tant en tant la mort i jo som un,
Mengem el pa de la mateixa llesca,
bevem el vi de la mateixa copa
i compatim amicalment les hores
sense dir res, lligint el mateix llibre.

De tant en tant la mort, la meva mort,
se'm fa present quan sóc tot sol a casa.
Aleshores parlem tranquil·lament
del que passa pel món i de les noies
que ja no puc haver. Tranquilament
parlem la mort i jo d'aquestes coses.

De tant en tant, només de tant en tant,
és la mort la que escriu els meus poemes
i me'ls llegeix, mentre jo faig de mort
i escolto en silenci, que és tal com
vull que escolti la mort quan jo llegeixo.

De tant en tant la mort i jo som u,
la meva mort i jo som u, i el temps
s'esfulla lentament i el compartim,
la mort i jo, sense fer escarafalls,
dignament, que diriem per entendre'ns.

Després les coses tornen al seu lloc
i cadascú reprèn la seva via.



(A la salut d'en Josepet!!!)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Adam Zagajewski - Solo los niños

A Ewunia


Sólo los niños jugaban con la arena
(les acompañaba el olor narcotizante
de los tilos en flor, no lo olvides)
sólo los niños, aunque también
el diablo, y los dioses menores,
e incluso los olvidados políticos
que incumplieron todas sus promesas
estaban allí y los observaban
con una infinita admiración.

Quién no quisiera ser niño

¡por última vez!


jueves, 27 de noviembre de 2008

Angel Ros dice... - Éxito

La muy puta conducía a toda velocidad. Habíamos tenido mucha suerte y no era necesario ir tan aprisa. La policía estaba atenta a los movimientos de los atracadores del Banco Hispanoamericano y quizás aún no sabía nada del asesinato de la vieja. Era posible que en ese preciso momento diera comienzo lo que Similiano llamaba o debería haber llamado las diligencias oportunas. Nos besamos casi sin mirar al frente. Ana Ríos Ricardi, sudamericana, veintidós años, pelo corto, había elegido el camino, en realidad el atajo, y yo parecía encantado, fijo en el asiento del copiloto, apenas con la entereza necesaria para intentar contar los árboles que corrían en sentido inverso. Encantado era la palabra justa. Con esos árboles, me dije, fabricarán naves similares a las que acabo de quemar. La dulzura del pensamiento tópico me reconfortó. Luego Ana movió los labios, dijo algo que no entendí, giró para iniciar el regreso a la ciudad a través de un suburbio obrero, estaba atardeciendo. Comprendí que me había arruinado y eso ya era un éxito.


Extraido de R. Bolaño y A. G. Porta, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, ed. Acantilado (2008), 19.


miércoles, 26 de noviembre de 2008

Adam Zagajewski - Circo


Mira: tu deseo cuelga del trapecio.

También eres tú el payaso, y el tigre domado
que pide clemencia te recuerda a alguien.

Hasta te gusta la música

barata de feria, parece

que empiezas a conciliarte
con tu época (si lo hacen todos
¿por qué no yo? dices).

Pero ¿por qué han instalado la carpa
del circo en el antiguo cementerio?





Extraido de A. Zagajewski, Deseo, Acantilado (2005), pág. 41


Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...