miércoles, 12 de marzo de 2008

Angel Gonzalez - Carta sin despedida

A veces,     
mi egoísmo
me llena de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin
remedio,
mi querido
hermano y parigual en la
desgracia.

A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces
a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible
y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme
cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo
nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil
primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como
sigues
siendo,
como serás ya siempre,
mientras te ame.



martes, 11 de marzo de 2008

Soledad

Solamente es un concepto


de triste melodía.


Solo, solamente, la unidad


un único cuerpo,


una sábana,


una almohada nada más,


sin canción al respirar,


conversando con el eco


en la ausencia de la estancia


y el silencio en la cocina,


solo, solamente,


caminar no es pasear,


la belleza queda en ruinas,


la unidad es el vacío


de tu presencia


 


en mi sonrisa.


 



lunes, 10 de marzo de 2008

Carbalho dice... - Envejecer

"cuando se empiezan a comparar los tiempos pasados


con los presentes es señal de que el comparador se


hace viejo. Es inevitable pero hay que hacerlo en silencio


y nunca confesarlo"


 



Pepe Carvalho,
Manuel Vázquez Montalban, El Laberinto Griego.

"su mundo se estaba llenando de otros, en el peor


sentido de la palabra, como paso previo a dejar


de ser su mundo"



Pepe Carvalho,
Manuel Vázquez Montalbán, Sabotaje Olimpico,
Booket, Barcelona (2002), pág. 13-14.

 


 



Viernes Cine: Comando en el Mar de China (CINE BÉLICO)

Cuando éramos niños, solíamos jugar a indios y vaqueros. Pero, al madurar, pasábamos a desarrollar cierta empatía por los indios, y por ello, los juegos de vaqueros perdían su divertida idiosincrasia, al no poder definir con claridad entre los buenos y los malos.

Era entonces cuando comenzaban a sustituirse los sombreros tejanos, los sonidos de espuelas y el escupir dejaban paso a otros nuevos modos en la actuación derivada de la acción del juego. Así, a los ruidos de caballos y a los retos ante el supuesto vaso de wishky lleno de limonada, se les sustituía por el silencio, mortal, de las misiones de guerra. Hacía falta un mayor manejo del territorio, una mayor concentración, y sobre todo, el sometimiento de las individualidades a un jefe, a un plan: comenzamos a formar comandos que, entre las puertas de los edificios del barrio imaginaban haberse trasladado a los escenarios de la II Guerra Mundial.

Nada sabíamos aún, por aquel entonces, de Judíos, de Soah, de trenes, Auswitz, Holocausto... Tan solo queriamos seguir jugando. Y recuerdo que mi madre me decía que los americanos no eran tan buenos como yo pensaba, pero para mi lo habían sido todo en mi campo de juegos: de vaqueros a soldados.

El sol del Oeste ya no me provoca demasiada emoción, pero aún me dedico, de vez en cuando, a viajar de nuevo a la sencillez del niño que solo quiere saber, como en cualquier historia, quienes son los buenos y los malos.

CICLO DE CINE BÉLICO:

07/03/2008 -
Comando en el Mar de China.

14/03/2008 - Los Cañones de Navarone.


Estais todos invitados.

Aquí vivimos, aquí moriremos

Aquí vivimos,


aquí moriremos,


no hay más vida


que esta tinta


ni más poema


que un beso tuyo,


que un paseo por tu cuerpo.


Aquí vivimos,


siendo somos,


sin futuro,


solo aliento,


hy es el único recuerdo.


Aquí morimos,


nada es cierto,


agua, espuma,


fuimos fugazes,


brillante mecha


que apaga el viento.


Encerrado en una tumba


sólo vive el gusano hambriento,


no hay más yo


que el que llevo dentro,


aquí vivimos


aquí moriremos.


 



sábado, 8 de marzo de 2008

Olas

Como ola que viene


El aliento es la brisa


Golpea con suave rumor


La piel de arena y espuma



Como ola de mar


Derramándose en el


calor de la sonrisa,


la mirada se devuelve,


de complice rubor,


tersa piedra sin aristas.



Como ola que va


Con el viento en la caricia


La sal cubre los cuerpos


como el alba cubre el día.


Conchas entre los dedos


Temblor de labios


entre abrazadas mejillas.



Como ola que viene


besando la vida,


Como ola que va


rodando perdida,


Agua que quiere


bañar el mar,


Ola que viene,


Ola que va.



Charles Bukowski - Cuando pienso en mi muerte

cuando pienso en mi muerte
pienso en automóviles estacionados en un
estacionamiento
cuando pienso en mi muerte
pienso en sartenes
cuando pienso en mi muerte
pienso que alguien te hace el amor
cuando no estoy
cuando pienso en mi muerte
tengo problemas para respirar
cuando pienso en mi muerte
pienso en toda la gente que espera morir
cuando pienso en mi muerte
pienso que no podré tomar agua nunca más
cuando pienso en mi muerte
el aire se vuelve completamente blanco
las cucarachas en mi cocina
tiemblan
y pienso que alguien tendrá que tirar
mi ropa interior limpia y sucia
muy lejos.


Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...