lunes, 12 de febrero de 2018

sin título

Una caricia mundana
menuda despedida.


Enrejando las luces del alba
no conseguirás cercar el día.

Tantas, tantas colinas
y un sólo instante para escuchar la vida.
Sigue la estela del sol,
nos encontraremos entre alguna sonrisa dormida.

Llegará el otoño
desnudándonos a todos
entre sus brazos de árbol melancólico

y sus coronas descoloridas.

Somos rama y barro,
corazón destartalado,

añorados del trópico, del sexo
y del tabaco.

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