Maullando, somos luna
Y con el Pan, sumamos dos,
blanca esquirla aquella nube
en la que dormimos
tu y yo
Siempre el vino es plateado
Y los besos se agarran al alma
como borrachos, de la mano
bailamos, imaginarias,
las notas de cuerdas de lana
(cantando silencios)
Blanca, dulce, extraña
tan suave la piel cercana
dulce, blanca, la princesa
que siempre baila
y el cristal de sus zapatos
refleja la luna blanca
y maullando rondamos
la noche para encerrarla
entre sueños y perlas anacaradas
para que siempre la luna
ilumine nuestras sábanas.
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