Con la hora en los zapatos
y el rumor de las cortinas
preguntas al viento por
los astros
que duermen a esta hora
del dia.
Y los libros se han callado
y los versos que ya no cantan,
el clamor de tus tacones
se alejan por la avenida.
Llámame a los hombros
súbete a mis caballos
olor a pólvora en tus ojos
y esa sonrisa de medio
lado
cuando quieres decir que suerte
y lo dices mordiendo el labio.
En silencio de fanfarria
y tambores
caminas blandiendo trazos
de lineas curvas, pegadizas
que salen al encuentro
de la piedra con tu regazo
para formar relieves abruptos,
apasionados,
en la tierra húmeda de tu vientre
y la claridad de mi abrazo.
y el rumor de las cortinas
preguntas al viento por
los astros
que duermen a esta hora
del dia.
Y los libros se han callado
y los versos que ya no cantan,
el clamor de tus tacones
se alejan por la avenida.
Llámame a los hombros
súbete a mis caballos
olor a pólvora en tus ojos
y esa sonrisa de medio
lado
cuando quieres decir que suerte
y lo dices mordiendo el labio.
En silencio de fanfarria
y tambores
caminas blandiendo trazos
de lineas curvas, pegadizas
que salen al encuentro
de la piedra con tu regazo
para formar relieves abruptos,
apasionados,
en la tierra húmeda de tu vientre
y la claridad de mi abrazo.
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