Porque habéis usurpado la función de los dioses
que en otro tiempo guiaron la conducta de los hombres,
sin aportar consuelos sobrenaturales, sino simplemente
la terapia del grito más irracional:
el delantero centro será asesinado al atardecer.
Porque vuestro delantero es el instrumento que
utilizais para sentiros dioses gestores de victorias y
derrotas, desde la cómoda poltrona de césares menores:
el delantero centro será asesinado al atardecer.
Porque el atardecer es la hora baja en la que descienden
los bioritmos del entusiasmo y el degüello y el estertor
resuenan con una música tan truculenta como melancólica:
el delantero centro será asesinado al atardecer.
Extraido de M. Vázquez Montalbán, El delantero centro fue asesinado al atardecer,
ed. Planeta, Barcelona, 2005.
que en otro tiempo guiaron la conducta de los hombres,
sin aportar consuelos sobrenaturales, sino simplemente
la terapia del grito más irracional:
el delantero centro será asesinado al atardecer.
Porque vuestro delantero es el instrumento que
utilizais para sentiros dioses gestores de victorias y
derrotas, desde la cómoda poltrona de césares menores:
el delantero centro será asesinado al atardecer.
Porque el atardecer es la hora baja en la que descienden
los bioritmos del entusiasmo y el degüello y el estertor
resuenan con una música tan truculenta como melancólica:
el delantero centro será asesinado al atardecer.
Extraido de M. Vázquez Montalbán, El delantero centro fue asesinado al atardecer,
ed. Planeta, Barcelona, 2005.
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