martes, 27 de enero de 2009

Juan Ramon Jimenez - A los siglos

¡Venid, siglos venideros,
tened! Y ahora, huid, volad,
que ya os volveré a cojer
antes de vuestro final.


Juan Ramón Jiménez - Siglos Venideros


lunes, 19 de enero de 2009

Manuel Machado - Verano

Frutales

cargados.

Dorados

trigales...



Cristales

ahumados.

Quemados

jarales...



Umbría

sequía,

solano...



Paleta

completa:

verano.


jueves, 15 de enero de 2009

Pasan

La fruta rueda por las paredes
de esta casa pálida,
me encierro entre las páginas.
la soledad no me acompaña.
El lecho frío, mi taza blanca,

en el fondo del café puedo ver
un día más perdido en la impaciencia,
otra noche nueva que llega sin ser avisada.

Y así, los días sin sentido pasan,
y pasan.


Pedro Salinas - Agua en la noche, serpiente indecisa


Agua en la noche, serpiente indecisa,
silbo menor y rumbo ignorado:
¿Qué día nieve, qué día mar? Dime.
¿Qué día nube, eco
de ti y cauce seco?
Dime.
—No lo diré: entre tus labios me tienes,
beso te doy, pero no claridades.
Que compasiones nocturnas te basten
y lo demás a las sombras
déjaselo, porque yo he sido hecha
para la sed de los labios que nunca preguntan.


 


 


 


Incluido en Poemas escogidos. Pedro Salinas. Prólogo de Jorge Guillén. Edición de Francisco Javier Díez de Revenga. Colección Austral nº 226, ESPASA CALPE S.A.



jueves, 8 de enero de 2009

La Franja

Trozos de carne sembrados
en el huerto de la discordia y el desconcierto.

Carne humana.

Sentimientos adversos.


Los Árboles

Los palos más viejos del bosque
se han alzado
en rebelde bastonada
contra la madera verde
saliendo a los prados
para evitar la quema
inevitable
del polvo y la ceniza



portan su fuego de polilla y mosca
contra las semillas nuevas,
arrancando a su paso
frescos ramos, flores
y estambres.



No quieren saber nada
de una nueva primavera,
ellos que vivieron, hace tiempo,
otros campos floridos,
ahora simple abono de ideas nobles,
y esgrimiendo el recuerdo
de otras talas, otros montes,
persiguen con sus cortezas
arrugadas y mustias
el frondoso futuro de los
árboles que quieren hacer bosque.



La savia corre como el arroyo
saltarín y pasional en el
corazón de la arboleda.

Los ancianos, en su decadente ramaje,
han impuesto el imperio de los hombres de estaño,
que no saben de pinos o de robles,
y con porras de madera muerta
rasgan, uno a uno, la tierna capa
que es la cúpula del bosque.



Se fragmenta la memoria del fuego
bajo una lluvia de hojas muertas,
sepultando con polvo
el oloroso resinar de los jóvenes.



domingo, 4 de enero de 2009

Miguel Hernández - Vals de los Enamorados y Unidos hasta siempre

No salieron jamás

del vergel del abrazo.

Y ante el rojo rosal

de los besos rodaron.



Huracanes quisieron

con rencor separarlos.

Y las hachas tajantes

y los rígidos rayos.





Aumentaron la tierra

de las pálidas manos.

Precipicios midieron,

por el viento impulsados

entre bocas deshechas.





Recorrieron naufragios,

cada vez más profundos

en sus cuerpos, sus brazos.

Perseguidos, hundidos

por un gran desamparo

de recuerdos y lunas,

de noviembres y marzos,

aventados se vieron

como polvo liviano:

aventados se vieron,

pero siempre abrazados.



(de poliedro para la princesa)


Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...