viernes, 4 de julio de 2008

Max Aub - Los Poemas Cotidianos 1

A ratos llovizna,
motivo para quedarme en casa,
frente al balcón,
junto a ella,
leyendo libros que casi son ciencia,
hablando cosas sin gran importancia.

El agua atropella y profana
los cristales de la ventana.

Digo "ya no lueve"
me dice "ahora caerá nieve";
y aun sin creerla,
con tal de tener un motivo para quedarme en casa,
"sí, una nube que pasa".

Ella está cerca
y es tan bueno estar cerca de ella,
sobre todo los dias en que llovizna,
- cielo gris, paraguas, charcos, tramobtana-
que quisiera
que todis los dias lloviera
para quedarme,
frente al balcón,
junto a ella,
mientras fuera
clarea
todavía
el día.



extraido de Max Aub, Los poemas cotidianos (con un prólogo de Enrique Diez-Canedo), Pre-Textos Editorial (2008), pág. 21.

jueves, 3 de julio de 2008

Arthur Goldberg - La Frontera

Aquí estaba la frontera,


Eso dicen ¿por qué no he de creerlo?


Aquí pasaba, aquí estaba,


lo aseguran los mapas.


No hay nada, no había nada


trazado en la tierra;


ya no habrá nunca.


¿Qué es una frontera?


¿Una bandera?


¡Bah! ¡Mía toda la tierra!


No toda, claro: ésta.


Y que los demás planten sus fronteras


fuera de nuestra tierra


donde les dé la gana


fuera de nuestra tierra.


(extraido de Max Aub, Lamentos del Sinaí, Visor de Poesia, pág. 33-4.)



martaita - ¿primer amor?

no se que hacer para estar con tigoOo
cuando te miroOo desapareces
como susurro en la nada
cuando te busCo desapareces
COmo alfiler en medio de un monton de paja
cuando te sueño te esfumas
como humo en mitad del viento
tQ y no pùedes evitarlo
por mucho qu escapes y reullas
xo 100pre tare ahY
y te buscare, te soñare, y te esaperare aunque
solo sea con la mirada
pOr eso aciertoO a decir Que tQ
y nOo ahy nada que pueda
hacer mas mágicOO
esto que xo sinetooo
HAy muXias oOpoRTunidadees pero ningna komo esta
aprovexla ahora ke puedas xo te esperare

miércoles, 2 de julio de 2008

Odiseas Elytis - Sol el Primero

No conozco ya la noche, terrible anonimia de la muerte.
En lo hondo de mi alma ancla una flota de estrellas.
Véspero, centinela, brilla junto a la celeste
brisa de una isla que me sueña
para que anuncie yo el alba desde sus altas rocas.
Mis dos ojos en abrazo te navegan, con el astro
de mi verdadero corazón: no conozco ya la noche.

No conozco ya los nombres de un mundo que me niega.
Nítidamente leo las conchas, las hojas, las estrellas.
El rencor me es superfluo en las sendas del cielo.
Salvo que sea el sueño, que me vuelve a mirar
cruzar con lágrimas, el mar de la inmortalidad.
Véspero bajo el arco de tu fuego de oro,
La noche, que es sólo noche, no la conozco ya.


(agradecimientos a http://noctambulario.blogspot.com/)

sábado, 28 de junio de 2008

Wislawa Szymborska - Encuentro Inesperado

Somos muy amables el uno con el otro,
decimos que es bonito encontrarse después de tantos años.

Nuestros tigres beben leche.
Nuestros azores van a pie.
Nuestros tiburones se ahogan en el agua.
Nuestros lobos bostezan ante una jaula vacía.

Nuestras víboras se han sacudido los relámpagos,
los monos, la inspiración, los pavos reales, las plumas.
¡Cuánto hace que dejaron nuestros cabellos los murciélagos¡

Callamos sin acabar la frase,
sonriendo sin remedio.
Nuestras personas
no saben cómo hablarse.


extraído de W. Szymborska, El gran número Fin y principio y otros poemas, edición a cargo de M. Filipowicz-Rudek
y J. C. Vidal, editorial Hiperion, 1997, pág. 66.

Funeral


Aprietas los puños


Seriedad cristiana


Y las nubes que se pierden


En la negrura de la mañana.


El gigante duerme ya


En su castillo de lata


En lo alto de un cerro


Donde el mar lo baña.


Y las olas tocan


Música de campanas.





Los niños hacen bailar peonzas


Sobre las flores de nácar.





En lo alto del cerro


Al despuntar del alba


Una luz viva se duerme


Una luz muerta se apaga.

viernes, 27 de junio de 2008

LA RECOMENDACION DEL CHEF...

Hoy, MATADERO 5, de Kurt Vonnegut [ES/CAT].




Normalmente, no leo un libro en catalán a menos
que no haya otro remedio, es decir, que no lo
encuentre en castellano y que realmente desee
leerlo con todas mis fuerzas.

Sin embargo, casi no puedo imaginarme la lectura de
Vonnegut en otro idioma. En lo que va de año he leido ya
cuatro geniales novelas de este norteamericano atípico,
tanto en sus ideas como en su literatura, y pese a que
unas han sido más sabrosas que otras, recomiendo cualquiera
de ellas para pasar un muy buen rato...
(Escorxador 5, Madre Noche, Viatge en el temps, L'esmorzar dels campions)

La verdad es que no sé muy bien cómo se me ocurrió
acercarme a este señor. Creo recordar que en Grecia, el verano
pasado, compramos un dia El Pais (en Atenas, en el barrio de Plaka,
ay!), y allí leí que Kurt Vonnegut había muerto. No estoy seguro de que
mi recuerdo coincida con la realidad de los echos, porque la memoria
siempre se amolda a nuestros intereses, pero desde aquel momento
el tal Vonnegut me llamaba la atención.
Pero lo mejor vino después, cuando estuve leyendo el más que
marabilloso comic de Alex Robinson, Malas Ventas, absolutamente
plagado de referencias a la obra de Vonnegut.

La suerte es uno de los grandes directores en la elección de
nuestras lecturas, y la editorial Proa decidió editar a finales de 2007
la obra cumbre del señor Vonnegut, como es Matadero 5
(Escorxador 5), una demostración genial de cómo contar todo lo que
uno quiere decir sin necesidad de tener una historia, sin depender
de un hilo narrativo, y sobre todo, con el deseo mordaz de ridiculizar
en tono irónico una realidad demasiado monstruosa (en este caso,
la II Guerra Mundial) como para ser tomada en serio.


Hay algo genial en Vonnegut, y es su mezcla de ciencia ficción,
con planteamientos absolutamente ridículos, y de relato biográfico junto
con su deseo de estructurar una crítica a la estupidez humana.
Y es que la risa, o su vertiente menor, la sonrisa, son compañeros
constantes en la lectura de Matadero 5. Mediante su estilo desenfadado
Vonnegut consigue poner palabras a aquello que dificilmente puede ser
explicado.


A mis cincuenta años estoy programado para comportarme
como un niño: reírme del himno nacional de mi país,
garabatear con un rotulador banderas nazis, culos
y muchas otras cosas.


Para que se vayan haciendo una idea de la edad mental de las
ilustraciones de este libro, he aquí un dibujo del agujero del culo:



Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...