jueves, 27 de mayo de 2010

El viaje

El viaje eterno de tu rostro
el viaje de tus ojos
el viaje de retorno
perdidos los dedos de una mano
entre los cabellos del otro
en el recuerdo de los vientos
y los domingos y los soles
perdidos en el retorno
entre nubulosos trenes
perdidos los pesares en el viaje


el viaje de tus ojos
el viaje eterno de tu rostro.

jueves, 8 de abril de 2010

Sam Shepard - crónicas de motel (frag.)



Hombres peinándose en su coche
Hombres mirándose el pelo en el retrovisor
Hombres con grandes peines negros en el bolsillo de atrás
Hombres preocupados por cómo les ven las Mujeres
Hombres que se convierten en anuncios de Hombre


Mujeres calzadas con botas que las obligan a cojear
Mujeres cuidando de que sus ojos no se crucen con los ojos
de los Hombres
Mujeres preocupadas por cómo les ven los Hombres
Mujeres que se convierten en anuncios de Mujer

Esta niña que lleva un vestido verde claro y zapatillas negras
de baloncesto
Esta niña que persigue un pedacito de celofán que vuela por un aparcamiento vacío
Esta niña que habla con el celofán como si fuese una criatura del viento
Esta niña que sonríe al cálido aliento tropical que le da en la espalda. No ve ninguna diferencia entre ella y el celofán. Empujados ambos por el viento. Reunidos en un mismo momento. Laniña baja la vista hacia el celofán. Le habla directamente:

-Déjame pisarte- le dice -. Quédate quieto para que pueda pisarte.


Sam Shepard - crónicas de motel (frag.)
13/1/80

Homestead Valley, Ca



sábado, 16 de enero de 2010

Julio de hace pocos años

En turbios encuentros de amalgama
fundidos ya los besos con el estaño
nada más para mañana
ningñun recuerdo de antaño
pasábamos las noches calurosas de julio
siendo nosotros un abrazo de hermandad
la soledad desterrada del rebaño


y había mucha culpa en el silencio
los libros se nos amontonaban entre las manos,

por momentos, aplastados por el regocijo,
el deseo y los años,
veía crecer la noche empapado en rubor amargo.
Por momentos, no sabía ser más que el


interrogado semblante de un espejo sin marco
y tus síntomas, olorosos besos
de escuadra, batallón invencible,
conquistaban mis miembros de ocaso.
En la retirada de las nubes,
con el sol desperezado,
los amores desiertos deshacían espejismos
que daban los desnudos pícaros y tiernos,
el anochecer seguro de los sueños
y el encadenado respirar de una pareja de luceros
que siembran el pasto de los hados.

Duele la calle

Duele la calle
cuando la noche miente
con sus miembros de pana y su alborozo de muerte,
los rostros sonrientes hierven en el
iluminar enrejado por mosquitos y dientes siniestros
la verdad está cansada de ser siempre


Duele la calle
con sus piedras borradas del camino de la suerte
con sus paisajes diurnos de silencio y de poniente
el agua arrastra consigo
todos los vidrios verdes
para brindar con la desgracia de
una ciudad que se vende
duele la calle


La ciudad duerme.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Ven

Rásgate las ropas.
Arráncate la piel.
Sácate los ojos.

Deja tus cabellos deshoyados
en aquel cajón.



Y entonces, ven.


Pensando en un amigo II

¿Y si te digo que ya no estàs?

Tengo un nudo degollado en el bolsillo.



Tiempo de decir adiós,
tiempo de decir amigo,
tiempo de vinagre y calor,
tiempo de desierto, de destino,
en la patria árida de las lluvias
y los padrinos, la noche te acogerá
con los pechos de una madre
y las palabras que nunca nos dijimos.



En el fondo de la tarde,
sin siquiera haberlo previsto,
he perdido un refugio
en la ausencia del camino.


Finis Terrae

 En el final del mundo no hay ventanas os pensáis que se ve bonito y solo se ven heridas, lágrimas un dolor que tapa la ropa que no se dice ...