Alba primera
De casa de cuento.
Niña enracimada
Entre juegos y enredos.
Dulce mirada
De orgullo y de silencio,
Ni dios te ha hecho nada
Ni pueden faltar
tu aliento de amores
y la vigilia de nuestros secretos.
Entre ladridos de doctores
Quisieran encerrarte el tiempo.
Tú te meces al viento,
Y se funden los metales
Al romper de los alimentos
Cuando tu horno calienta
Los pilares de dulce mirto
Que plantaste acompasados
Entre susurros y besos
En lo más profundo de
Ese huerto tuyo
Que es mi pecho.